Conseguir un vestido para una boda campestre sin renunciar a sentirte como una auténtica novia en tu gran día es sólo cuestión de cuidar los detalles. Si estás lista para casarte al aire libre este otoño te recomendamos que no te pierdas nuestras sugerencias sobre moda nupcial.
Siempre que pensamos en una boda en un ambiente relajado y en plena naturaleza se nos viene a la cabeza una ceremonia en la playa. No obstante, los enlaces celebrados a cielo abierto lejos de los salones de restaurantes y hoteles también son tendencia en otoño y primavera así que los jardines y casas rurales cobran protagonismo.
¿Cómo debe ser un vestido de boda campestre?
Las bodas en el campo no combinan bien con trajes nupciales hechos con tejidos que se estropeen con facilidad o sean demasiado vistosos. La clave para lograr esa aura de sencillez y pureza que buscas es apostar por telas simples pero muy hermosas como el algodón o la seda, por ejemplo.
Además, también debes pensar en tu comodidad a la hora de moverte. En estos casos es mejor escoger un vestido de novia con la falda desmontable. De esta manera, podrás lucir un modelo más tradicional en la ceremonia para después presumir de piernas sin temor a que el vestido se enganche en cualquier parte. Por supuesto, los trajes cortos o los vestidos de novia midi también son geniales para las bodas en entornos más salvajes.
Terminamos con una nota de color. No hay reglas establecidas acerca de cuál debe ser el color de tu vestido de novia. Los tonos en blanco roto, beige, champán e incluso azul o rosa son las alternativas más populares. Esto es así porque el blanco puro se ensucia con facilidad. No queremos que te pases el día de tu enlace preocupada por si las manchas arruinan tu look.
Como has podido comprobar, a la hora de elegir tu vestido para una boda campestre lo mejor es quedarte con un estilo que transmita sencillez y encanto. No tengas miedo de ser tú misma y mostrarte tal y como eres en uno de los días más especiales de tu vida.