Cada boda tiene su propia magia, y la de Jenifer no fue la excepción. El 6 de julio de 2024, en la encantadora Finca Soto de Bruil en Zaragoza, Jenifer y su pareja no solo celebraron su amor, sino que también hicieron un anuncio que cambiaría sus vidas para siempre.
Cuando Jenifer comenzó a planear su boda, tenía claro que su vestido de novia sería de Franc Sarabia. Desde el primer momento, supo que quería un diseño que reflejara la elegancia y el estilo que nos caracteriza como firma. “Mi vestido fue un sueño”, comenta Jenifer. Lo que más le enamoró fueron los volantes, un detalle que marcó la diferencia y que hizo que desde la primera prueba supiera que ese sería “su vestido”.
Un proceso de selección y personalización inolvidable
Lo que verdaderamente distingue a Franc Sarabia es su capacidad para personalizar cada detalle del vestido, asegurando que refleje a la perfección la personalidad y el estilo de la novia. Jenifer tuvo la oportunidad de vivir esta experiencia de primera mano. Desde que decidió que Franc Sarabia sería quien confeccionara su vestido, se inició un proceso de colaboración estrecha entre ella y el equipo de profesionales. Cada elección, desde la selección de los volantes hasta los pequeños ajustes en el corte y los detalles finales, fue hecha con la máxima atención al detalle. Este nivel de personalización no solo asegura un ajuste perfecto, sino que también convierte cada vestido en una pieza única, diseñada exclusivamente para la novia que lo llevará.
“Sabía que sería mi vestido desde el primer momento en que me lo probé, pero los pequeños cambios que hicimos lo hicieron totalmente mío”, comenta Jenifer. Este proceso de personalización es lo que define a Franc Sarabia y lo diferencia de otras firmas; no se trata solo de elegir un vestido, sino de crear una obra de arte que cuenta la historia única de la novia. El resultado final es una extensión de la identidad de la novia, un reflejo tangible de sus sueños y estilo.
El momento más mágico
Ese día no sólo se casaron, sino que también hicieron un anuncio que cambiaría sus vidas para siempre. En medio de sonrisas, lágrimas de alegría y una atmósfera cargada de emoción, la pareja reveló a sus invitados que estaban esperando un bebé, creando un momento que Jenifer describe como “mágico”.
Para Jenifer, esos momentos y la emocionante noticia compartida con sus seres queridos se convirtieron en el recuerdo más preciado de un día lleno de amor, magia y felicidad. Cada detalle, desde el diseño del vestido hasta los instantes vividos, contribuyeron a crear un recuerdo que atesorará por siempre.
Amor del bueno
La boda fue un reflejo de amor y cuidado en cada detalle, y el vestido de Jenifer jugó un papel central en la creación de esa atmósfera única. Diseñado y personalizado de forma exclusiva, el vestido era una extensión de la propia Jenifer. Los volantes, que marcaron la diferencia y se convirtieron en el elemento distintivo del vestido, añadieron un toque de sofisticación y movimiento que capturó la esencia del día. Cada paso que daba era realzado por el diseño meticuloso y el ajuste perfecto de la prenda.
Las preciosas y delicadas fotografías, capturadas por Amor del Bueno Fotografía, inmortalizaron cada instante mágico del día, incluyendo esos momentos en que el vestido brillaba bajo la luz suave del atardecer, realzando la figura de Jenifer con elegancia y gracia. O Siestro se encargó de la decoración floral, aportando un toque natural y veraniego al ambiente que complementaba perfectamente el estilo del vestido. Cada flor, cada arreglo, parecía estar en sintonía con los delicados detalles del vestido, creando un ambiente armonioso y lleno de vida.
“Me caso con Mapi”, la wedding planner, se aseguró de que cada aspecto de la boda estuviera perfectamente coordinado, resaltando aún más la belleza del vestido de Jenifer en cada escenario, desde la ceremonia hasta el banquete. Elisabeth Casablanca, como maquilladora, se encargó de realzar la belleza natural de Jenifer, mientras que los zapatos de Lodi y las alianzas de Joyería Sagaste añadieron los toques finales a un look que fue verdaderamente inolvidable.
Nos llena de alegría haber sido parte de un día tan especial en la vida de Jenifer y su pareja. Os deseamos toda la felicidad del mundo en esta nueva etapa que comenzáis, especialmente con la próxima llegada de vuestro bebé, un regalo que llenará vuestras vidas de amor y alegría. Gracias, Jenifer, por confiar en Franc Sarabia para crear el vestido que te acompañó en este día tan significativo. Para nosotros, fue un honor formar parte de tu historia y contribuir a hacer realidad tus sueños.
¡Que vuestra vida juntos esté llena de momentos tan mágicos como el de vuestra boda!