Celebrar una boda en abril es todo un clásico. Son muchos los novios que prefieren disfrutar de unas temperaturas más suaves y agradables el día de su enlace. ¡Echa un vistazo a nuestros consejos para que todo salga tal y como quieres!
Si vas a contraer matrimonio próximamente seguro que ya te haces una idea de la gran cantidad de detalles que hay que tener en cuenta para que tanto la ceremonia como el banquete sean un éxito.
¿La fecha elegida para tu boda cae en el mes de abril? Pues entonces quizá te animes a hacer el convite en un espacio abierto para disfrutar del sol y el aire libre. Pero como dice el refrán “En abril, aguas mil” así que también conviene que tengas un plan para que la fiesta no quede empañada por una lluvia inesperada.
En primer lugar, conviene que pienses en el vestido. En esta época del año cuelen llevarse los trajes de novia confeccionados con tejidos más ligeros pero según nuestra experiencia no debes apresurarte a rechazar los modelos de manga larga.
Y como no podía ser de otra forma, el color de tu vestido de novia también juega un papel importante si tu boda es en abril. Es normal que quieras broncearte un poco antes del gran día pero recuerda que el tiempo puede no estar de tu lado.
En estas circunstancias, conviene que el color de tu vestido vaya bien con el tono natural de tu piel. El blanco puro le queda genial a las mujeres más morenas mientras que la gama de tonos claros con un toque azul o rosa favorecen sobre todo a las novias de piel algo más pálida.
¿Tienes dudas acerca de cuál es el vestido de novia adecuado para ti por culpa de los cambios de temperatura típicos de abril? Si tu respuesta ha sido un sí te recomendamos que optes por vestidos de dos piezas o con mangas desmontables, por ejemplo.
Otra alternativa para estar siempre lista para afrontar las inclemencias del tiempo es llevar un chal o una capa que complemente tu vestido de novia. Siempre podrás dejar las prendas de abrigo a un lado en caso de que el calor sea más intenso de lo que esperabas.
Como has podido ver, celebrar una boda en abril no es tan complicado como pueda parecer a primera vista. Simplemente tienes que saber afrontar los pequeños imprevistos provocados por el clima y centrarte en disfrutar al máximo de ese día tan especial para ti.
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